2011/10/31

SANTA MARI DE VITORIA - GASTEIZKO ANDRA MARI katedrala


GASTEIZKO SANTA MARIA katedrala eta Gazteizko HARRESIA ri egindako bisita



Conocer una experiencia en restauración del patrimonio por los medios de comunicación no es una novedad. Pero que éstos consideren experiencia innovadora el proceso de restauración, su socialización y trascendencia comercial y turistica, si puede considerarse como una novedad. Recientemente leía en un diario, que tres experiencias culturales – turístico  - empresariales de la comunidad autónoma del Pais Vasco, se exponían en unas jornadas sobre el turismo innovador. Dos eran iniciativas privadas con participación pública, de un producto de alto nivel económico (Museo Guggenheim Bilbao y Basque Culinary Center) con un producto como las visitas “abierto por obras” a las obras de restauración de la catedral de Santa Maria de Gasteiz.

El museo Bilbaíno no es si no franquicia del original de NY; es un producto de éxito internacional con historia propia e importado con interés en convertirlo en tractor  turístico internacional. El “efecto Guggenheim Bilbao” ha sido un experimento imitado por ciudades de todo el mundo, para revitalizar su economía y urbanismo. La experiencia de Basque Culinary Center no tiene aún un rodaje que permita sacar conclusiones objetivas. Experiencia académica  - empresarial del Grupo MCC, autóctono está basado en el mundo empresarial hostelero de élite, es decir una universidad privada. El turismo generado no es tanto por la experiencia universitaria, si no por el entorno de sus impulsores, los cocineros de estrellas Michelin con el mecenazgo del la universidad Mondragón. Y es más, aún no conocemos si la experiencia tendrá el éxito que se le presume, pues acaba de empezar y ya lo catalogan como experiencia de turismo innovador…campaña publicitaria?

 

La experiencia de Santa María no tiene nada que ver con las dos primeras, porque se inicia por accidente y se convierte en un producto de excelencia restauradora y turística con trascendencia económica. El problema económico que supone, el retraso de una obra de restauración, o la feliz idea de rentabilizarla supone una decisión arriesgada pero, según se ha demostrado a convertido un problema en un modelo de inversión. Esto si es innovación, aprender y demostrar que se puede avanzar navegando contra el viento.

 

La experiencia de la restauración de Santa Maria parte de una actuación de urgencia ante la aparición de patologías graves en un edificio religioso catalogado. El cierre del mismo, la gravedad de las patologías, obligan a tomar decisiones importantes como la de cerrar el edificio al publico durante un tiempo no determinado. El plan director aprobado plantea un procedimiento muy exhaustivo de análisis previo al inicio de las obras de restauración, que una vez estabilizada la situación de urgencia, permiten alargar y profundizar en el análisis del origen del edificio, sus diferentes épocas y en las causas que han originado la patología. Las conclusiones y estudios realizados, así como su divulgación a los medios y en definitiva a la sociedad, han permitido que el entorno de Santa Maria de Gasteiz, recupere su valor social y aumente su valor histórico, dada la trascendencia de la intervención en él.

 

La recopilación y metodología aplicada al estudio del estado actual del edificio, ha convertido en expertos, a los técnicos que iniciaron los trabajos; hasta el punto que la dedicación tan prolongada les ha permitido desarrollar métodos y técnicas que con los años han crecido en capacidad de organización y recopilación de información. La base de datos creada, es en sí una obra de arte.

 

Trabajo artesanal, maquillado de tecnología punta, que ha evolucionado según avanzaban en la investigación, hasta el punto de la excentricidad restauradora. Parece resultado de una apuesta entre ricos. ¿Qué te apuestas a que fotografío toda la catedral piedra a piedra, la analizo y la dibujo en 3d? (No me extraña que el alavés bajara a tercera).

 

Produce morbo, pensar en poder sentarse en el archivo de los papeles originales, iniciados en 1993 hasta la fecha y contemplar los borrones sobre planos, números, bocetos, actas,… etc. Su reflejo digital, esa Santa María virtual, no es sino resultado de todos esos papeles. “¡Ya se puede caer la catedral que tenemos su ADN a buen recaudo para clonarlo!”, diría en otra apuesta el excéntrico rico apostador.

 

¿Pero esto es viable aplicarlo en toda su capacidad a cualquier restauración? Supongo que la metodología y la disciplina aplicada al análisis si, pero ¿convertir un edificio público en el centro de un casco antiguo, en un taller de reparación estilo medieval en pleno siglo XXI, donde los propios artesanos de hacen mayores en el proceso? Suena a utópico poder hacerlo en todas las restauraciones.

 

Supongo que las herramientas cada vez de mayor capacidad permiten acelerar los procesos y las tomas de decisiones, pero la inversión en material de primera calidad, similar a la original, suena a capricho de autor. Quizá estoy deslumbrado por lo visto y poco acostumbrado a ver tanta generosidad en medios y tiempo.


Acuerdos
Me parece compatible y saludable que se juegue con la restauración al estilo “parque temático” siempre que éste no suponga saturar el entorno de la obra con carpas, banderolas y estructuras provisionales que agoten el espacio urbano próximo.

La metodología y la dedicación son envidiables y los resultados reflejan la dedicación y los medios puestos a disposición del patrimonio y la sociedad para que reviva su conciencia del valor de la misma. Los resultados lanzan unas hipótesis de trabajo, que permiten extender la restauración hacia la recuperación de la muralla, haciendo visibles espacios dormidos dentro de la trama urbana. Estos patios traseros, recuperan su fachada y marcan la línea que en una época, fue enseña de la villa de gasteiz.

Que las excavaciones hayan demostrado que la estabilidad de la catedral no depende del terreno donde asienta, si no de la modificación de la anchura de las zapatas, por eliminación progresiva del material que formaba las zapatas de la misma, para otros usos, como los funerarios; permite su vaciado para su estudio. Hacer de éste vacío y del espacio adecuado en la bajo cubierta, un espacio cultural - social es revalorizar el edificio restaurado.

Desacuerdos
Aturdido por la demostración de trabajo y borracho por intentar asimilar tanta información, parecía pasar inadvertido que todo éste trabajo tiene una finalidad, restaurar y volver al uso habitual un edificio con problemas de estabilidad. Y que para ello se ha diseñado un proyecto. Una idea. La idea.

Cómo abordar la restauración y con que espíritu, requiere un análisis previo pero sobre todo un bagaje teórico que refuerce con argumentos de peso decisiones que serán objeto de critica seguro. Reconstruir con materiales y técnicas similares a los originales, pero documentar su procedencia y señalar el proceso para que en un futuro quede constancia del hecho.

Estas decisiones son morales. Hay que tomar partido y decidir de qué lado se está. Si eres de una ideología u otra. De una tendencia u otra, o diletante, o nihilista…

El arquitecto Leandro Cámara, toma partido y en representación del equipo director y comenta a grandes rasgos que la construcción se realiza con materiales asimilables a los originales (madera, piedra, vidrio). Las técnicas también podrían imitar las de la época, andamios, estructura livianas, sistemas de suspensión ligeros…El diseño adopta un lenguaje actual. Legible como de finales del siglo XX y comienzos del s. XXI, de manera que se comprenda la intervención, y marque el estrato, la línea de separación.

Se analiza la arquitectura formal del templo y se entiende que parte de la cubierta está inacabada y hay que realizar la cubierta y cornisa hasta la cota que podría haber tenido. Y tras analizar el objetivo, se decide realizar la obra con materiales asimilables a la época pero con geometría contemporánea y ésta se decide que es la alabeada. De ésta manera, admitimos una forma, un estilo a una época.

Gaudí, repudiado y denostado por muchos críticos con su obra barroca y pintoresca, contraria a la tendencia general del movimiento moderno, es recuperado por el vaticano y su mediática misa televisada, y recupera el trono de genio para el publico general.

Dicho esto. ¿Cual es la geometría contemporánea?. ¿Aquella que es posible desarrollar por tecnologías antes desconocidas? ¿Porqué alabeada? ¿Porqué no con forma de ameba y de vidrio templado curvo? ¿Que marca una época en la arquitectura, Le Corbusier (1887-1965) o Gaudí (1852-1926)? Es una decisión estética, una decisión formal. Una decisión de autor que parece abocado a dejar su firma, alegando haberlo hecho en aras de marcar claramente la época de la intervención. A tomado partido y tiene el derecho a equivocarse. Podía haber elegido a Le Corbusier en su primera época. Ha elegido a Gaudï. Yo con mi crítica, también tengo derecho a equivocarme.

Conceptualmente, Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc (París, 27 de enero de 1814 - Lausana, 17 de septiembre de 1879) arquitecto, arqueólogo y escritor francés, sin intentar marcar una línea divisoria entre el antes y el ahora, imaginaba la obra acabada, actualizando su lectura, pero a la vez distorsionando su realidad. ¿Conseguirá la nueva cubierta resarcirse de la sombra conceptual del pensamiento de Le Duc? Sabemos que la forma alabeada, no es la que podría haber sido. El viandante común que habitualmente diferencia dos épocas, “lo antiguo y lo moderno”, necesitaría una intervención más atrevida para diferenciarlo, y de paso criticarlo, por su osadía (que horror, que escándalo y que atrevimiento) y una explicación conceptual para entender la que está propuesta y tener argumentos para diferenciarlo. La intervención descrita por Leonardo Cámara, cumpliría los cánones de una intervención, según las cartas, pero ami entender, debería ser más neutro y a la vez más atrevido en su concepto arquitectónico.

No comparto la idea conceptual en cuanto a su forma alabeada, no obstante debería estudiar mas a fondo el proyecto para confirmar mis impresiones precipitadas. No puedo criticar su realización, porque me cautiva ver que se puede realizar con materiales similares a los originales. No por una decisión ideológica o académica, si no porque se demuestra que éstos materiales hoy en día están tan vigentes como el más vanguardista de los materiales provenientes de investigaciones en laboratorio. Con una diferencia, hoy en día podríamos regenerar y controlar el daño que su producción masiva puede provocar en el medio ambiente.

No obstante, habiendo tratado el edificio con tanto respeto y dedicación, adornar la cornisa con una cubierta alabeada, no creo que afecte su identidad, ni rebaje un ápice su dignidad como edificio histórico que ha tenido diferentes intervenciones.

La visita a la muralla

Iniciamos la misma con la muralla reconstruida por Julian Apraiz Arias (1876-1962). Intervención imaginativa pintoresca, donde no se señala claramente la muralla real de la reinterpretada.
Un paseo sobre pasarela para disfrutar de un jardín proyectado con mucho gusto,  pero en mi opinión demasiado complejo para abrirlo al público y convertir el espacio en un pasaje de uso habitual.



Mi percepción de los espacios está muy condicionada a mi educación y profesión de arquitecto. Tengo la costumbre de analizar el proyecto e imaginar el paso del tiempo en el mismo. Imagino cómo hubiera realizado yo mismo el proyecto en este espacio. De ahí mi comentario.

La intervención de la “muralla ajardinada” es un proyecto acabado. Un proyecto que no facilita una evolución natural. La naturaleza como adorno. Un jardín con mantenimiento contínuo. La pasarela es excesiva en su recorrido y en su concepto. Me imagino la misma pasarela con el doble de ancho y paralela al muro sobre un suelo con vegetación autóctona y con árboles de poco porte, podían dotar de mayor y más efectiva biodiversidad al espacio. La percepción de la muralla sería la misma, la distancia a las viviendas más respetuosa, y la obra más sencilla y de menor mantenimiento. Ahora bien, el aspecto sería mas sencillo y el sello del autor pasaría inadvertido.

La intervención de la “muralla reconstruida” es un proyecto más poético. Ander De la Fuente Arana, hace un ejercicio de arquitectura muy imaginativo y plástico, donde la idea de reconstruir se convierte en mi opinión en una trampa conceptual a la hora de abordar la restauración. El lenguaje vanguardista lo diferencia de la intervención de Apraiz, haciéndola más respetuosa con el muro original. Marca una línea, tan clara que asusta. El cambio que se espera en el cromatismo de la madera utilizada, va a mimetizar la madera con la piedra. ¿No es contradictorio, responder a la crítica, aludiendo lo que queremos evitar con la misma intervención? Es decir, buscamos un nuevo lenguaje, una nueva estética, para imaginar un mismo concepto, pero ante la critica, aclaramos que el futuro color de la madera se mimetizará con la piedra. ¿Hasta confundirla? (exagero).

Conceptualmente asimilo la idea de recuperar el paso de ronda en pleno siglo XXI, igual de pintoresco que la intervención de Apraiz. Un espacio urbano, que por sus dimensiones y complejo recorrido, una vez abierto podría sufrir la acción del paso del Homo sapiens con gran virulencia.

Me daría miedo abrirlo al público, a no ser que siempre tengamos un guía que nos vigile. El espacio público es aquel que se puede disfrutar a cualquier hora y cualquier condición, si no es así es igual que un jardín privado. Precioso, pero privado.

El proyecto con dos pasarelas superpuestas, obligan a calcular una cimentación mas consistente (para la gravedad y la acción del viento). Ahí radica para mí la trampa conceptual. La muralla existe y se podrá disfrutar su espacio, pero no creo que fuera necesario intervenir sobre ella, por muy discreta y respetuosa que haya sido el asiento de la zapata de hormigón sobre la misma. Simplemente con realizar una pasarela de madera, con durmientes de madera sobre la piedra original sobre la misma (con un simple durmiente de madera desmontable) incluso el diseño de una estructura liviana aporticada que marque la escala de lo que pudiera haber sido. Insinuar ántes que reinterpretar su masividad.
Conclusiones
Espectacular experiencia de restauración e innovación. Convertir una obra de urgencia en un foco de atención turística, además de motor para iniciar la regeneración del casco antiguo, haciéndolo visible a expertos y neófitos es reconfortante para todos los que disfrutamos con la arquitectura y el urbanismo.


SANTA MARIA VITORIA - GASTEIZKO ANDRA MARI

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