GASTEIZKO SANTA MARIA katedrala eta Gazteizko
HARRESIA ri egindako bisita
Conocer una experiencia en restauración del patrimonio por los medios de comunicación no es una novedad. Pero que éstos consideren experiencia innovadora el proceso de restauración, su socialización y trascendencia comercial y turistica, si puede considerarse como una novedad. Recientemente leía en un diario, que tres experiencias culturales – turístico - empresariales de la comunidad autónoma del Pais Vasco, se exponían en unas jornadas sobre el turismo innovador. Dos eran iniciativas privadas con participación pública, de un producto de alto nivel económico (Museo Guggenheim Bilbao y Basque Culinary Center) con un producto como las visitas “abierto por obras” a las obras de restauración de la catedral de Santa Maria de Gasteiz.
El
museo Bilbaíno no es si no franquicia del original de NY; es un producto de
éxito internacional con historia propia e importado con interés en convertirlo
en tractor turístico internacional. El
“efecto Guggenheim Bilbao” ha sido un experimento imitado por ciudades de todo
el mundo, para revitalizar su economía y urbanismo. La experiencia de Basque
Culinary Center no tiene aún un rodaje que permita sacar conclusiones
objetivas. Experiencia académica -
empresarial del Grupo MCC, autóctono está basado en el mundo empresarial
hostelero de élite, es decir una universidad privada. El turismo generado no es
tanto por la experiencia universitaria, si no por el entorno de sus impulsores,
los cocineros de estrellas Michelin con el mecenazgo del la universidad Mondragón. Y
es más, aún no conocemos si la experiencia tendrá el éxito que se le presume,
pues acaba de empezar y ya lo catalogan como experiencia de turismo
innovador…campaña publicitaria?
La
experiencia de Santa María no tiene nada que ver con las dos primeras, porque
se inicia por accidente y se convierte en un producto de excelencia
restauradora y turística con trascendencia económica. El problema económico que
supone, el retraso de una obra de restauración, o la feliz idea de rentabilizarla
supone una decisión arriesgada pero, según se ha demostrado a convertido un
problema en un modelo de inversión. Esto si es innovación, aprender y demostrar
que se puede avanzar navegando contra el viento.
La
experiencia de la restauración de Santa Maria parte de una actuación de
urgencia ante la aparición de patologías graves en un edificio religioso
catalogado. El cierre del mismo, la gravedad de las patologías, obligan a tomar
decisiones importantes como la de cerrar el edificio al publico durante un
tiempo no determinado. El plan director aprobado plantea un procedimiento muy
exhaustivo de análisis previo al inicio de las obras de restauración, que una
vez estabilizada la situación de urgencia, permiten alargar y profundizar en el
análisis del origen del edificio, sus diferentes épocas y en las causas que han
originado la patología.
Las conclusiones y estudios realizados, así como su
divulgación a los medios y en definitiva a la sociedad, han permitido que el
entorno de Santa Maria de Gasteiz, recupere su valor social y aumente su valor
histórico, dada la trascendencia de la intervención en él.
La
recopilación y metodología aplicada al estudio del estado actual del edificio,
ha convertido en expertos, a los técnicos que iniciaron los trabajos; hasta el
punto que la dedicación tan prolongada les ha permitido desarrollar métodos y
técnicas que con los años han crecido en capacidad de organización y
recopilación de información. La base de datos creada, es en sí una obra de
arte.
Trabajo
artesanal, maquillado de tecnología punta, que ha evolucionado según avanzaban
en la investigación, hasta el punto de la excentricidad restauradora. Parece
resultado de una apuesta entre ricos. ¿Qué te apuestas a que fotografío toda la
catedral piedra a piedra, la analizo y la dibujo en 3d? (No me extraña que el
alavés bajara a tercera).
Produce
morbo, pensar en poder sentarse en el archivo de los papeles originales, iniciados
en 1993 hasta la fecha y contemplar los borrones sobre planos, números,
bocetos, actas,… etc. Su reflejo digital, esa Santa María virtual, no es sino
resultado de todos esos papeles. “¡Ya se puede caer la catedral que tenemos su
ADN a buen recaudo para clonarlo!”, diría en otra apuesta el excéntrico rico
apostador.
¿Pero
esto es viable aplicarlo en toda su capacidad a cualquier restauración? Supongo
que la metodología y la disciplina aplicada al análisis si, pero ¿convertir un
edificio público en el centro de un casco antiguo, en un taller de reparación
estilo medieval en pleno siglo XXI, donde los propios artesanos de hacen
mayores en el proceso? Suena a utópico poder hacerlo en todas las
restauraciones.
Supongo
que las herramientas cada vez de mayor capacidad permiten acelerar los procesos
y las tomas de decisiones, pero la inversión en material de primera calidad,
similar a la original, suena a capricho de autor. Quizá estoy deslumbrado por
lo visto y poco acostumbrado a ver tanta generosidad en medios y tiempo.
Acuerdos
Me parece
compatible y saludable que se juegue con la restauración al estilo “parque
temático” siempre que éste no suponga saturar el entorno de la obra con carpas,
banderolas y estructuras provisionales que agoten el espacio urbano próximo.
La
metodología y la dedicación son envidiables y los resultados reflejan la dedicación
y los medios puestos a disposición del patrimonio y la sociedad para que reviva
su conciencia del valor de la
misma. Los resultados lanzan unas hipótesis de trabajo, que
permiten extender la restauración hacia la recuperación de la muralla, haciendo
visibles espacios dormidos dentro de la trama urbana. Estos patios traseros,
recuperan su fachada y marcan la línea que en una época, fue enseña de la villa
de gasteiz.
Que las
excavaciones hayan demostrado que la estabilidad de la catedral no depende del terreno
donde asienta, si no de la modificación de la anchura de las zapatas, por
eliminación progresiva del material que formaba las zapatas de la misma, para
otros usos, como los funerarios; permite su vaciado para su estudio. Hacer de
éste vacío y del espacio adecuado en la bajo cubierta, un espacio cultural -
social es revalorizar el edificio restaurado.
Desacuerdos
Aturdido
por la demostración de trabajo y borracho por intentar asimilar tanta
información, parecía pasar inadvertido que todo éste trabajo tiene una
finalidad, restaurar y volver al uso habitual un edificio con problemas de
estabilidad. Y que para ello se ha diseñado un proyecto. Una idea. La idea.
Cómo
abordar la restauración y con que espíritu, requiere un análisis previo pero
sobre todo un bagaje teórico que refuerce con argumentos de peso decisiones que
serán objeto de critica seguro. Reconstruir con materiales y técnicas similares
a los originales, pero documentar su procedencia y señalar el proceso para que
en un futuro quede constancia del hecho.
Estas
decisiones son morales. Hay que tomar partido y decidir de qué lado se está. Si
eres de una ideología u otra. De una tendencia u otra, o diletante, o
nihilista…
El
arquitecto Leandro Cámara, toma partido y en representación del equipo director
y comenta a grandes rasgos que la construcción se realiza con materiales
asimilables a los originales (madera, piedra, vidrio). Las técnicas también
podrían imitar las de la época, andamios, estructura livianas, sistemas de
suspensión ligeros…El diseño adopta un lenguaje actual. Legible como de finales
del siglo XX y comienzos del s. XXI, de manera que se comprenda la
intervención, y marque el estrato, la línea de separación.
Se analiza
la arquitectura formal del templo y se entiende que parte de la cubierta está
inacabada y hay que realizar la cubierta y cornisa hasta la cota que podría
haber tenido. Y tras analizar el objetivo, se decide realizar la obra con
materiales asimilables a la época pero con geometría contemporánea y ésta se
decide que es la
alabeada. De ésta manera, admitimos una forma, un estilo a
una época.
Gaudí,
repudiado y denostado por muchos críticos con su obra barroca y pintoresca,
contraria a la tendencia general del movimiento moderno, es recuperado por el
vaticano y su mediática misa televisada, y recupera el trono de genio para el
publico general.
Dicho esto.
¿Cual es la geometría contemporánea?. ¿Aquella que es posible desarrollar por
tecnologías antes desconocidas? ¿Porqué alabeada? ¿Porqué no con forma de ameba
y de vidrio templado curvo? ¿Que marca una época en la arquitectura, Le
Corbusier (1887-1965) o Gaudí (1852-1926)? Es una decisión estética, una
decisión formal. Una decisión de autor que parece abocado a dejar su firma,
alegando haberlo hecho en aras de marcar claramente la época de la intervención. A
tomado partido y tiene el derecho a equivocarse. Podía haber elegido a Le
Corbusier en su primera época. Ha elegido a Gaudï. Yo con mi crítica, también
tengo derecho a equivocarme.
Conceptualmente,
Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc (París, 27 de enero de 1814 - Lausana, 17 de
septiembre de 1879) arquitecto, arqueólogo y escritor francés,
sin intentar marcar una línea divisoria entre el antes y el ahora, imaginaba la
obra acabada, actualizando su lectura, pero a la vez distorsionando su realidad.
¿Conseguirá la nueva cubierta resarcirse de la sombra conceptual del
pensamiento de Le Duc? Sabemos que la forma alabeada, no es la que podría haber
sido. El viandante común que habitualmente diferencia dos épocas, “lo antiguo y
lo moderno”, necesitaría una intervención más atrevida para diferenciarlo, y de
paso criticarlo, por su osadía (que horror, que escándalo y que atrevimiento) y
una explicación conceptual para entender la que está propuesta y tener
argumentos para diferenciarlo. La intervención descrita por Leonardo Cámara,
cumpliría los cánones de una intervención, según las cartas, pero ami entender,
debería ser más neutro y a la vez más atrevido en su concepto arquitectónico.
No comparto
la idea conceptual en cuanto a su forma alabeada, no obstante debería estudiar
mas a fondo el proyecto para confirmar mis impresiones precipitadas. No puedo criticar
su realización, porque me cautiva ver que se puede realizar con materiales
similares a los originales. No por una decisión ideológica o académica, si no
porque se demuestra que éstos materiales hoy en día están tan vigentes como el
más vanguardista de los materiales provenientes de investigaciones en
laboratorio. Con una diferencia, hoy en día podríamos regenerar y controlar el
daño que su producción masiva puede provocar en el medio ambiente.
No
obstante, habiendo tratado el edificio con tanto respeto y dedicación, adornar
la cornisa con una cubierta alabeada, no creo que afecte su identidad, ni
rebaje un ápice su dignidad como edificio histórico que ha tenido diferentes
intervenciones.
La visita a la muralla
Iniciamos
la misma con la muralla reconstruida por Julian Apraiz Arias (1876-1962).
Intervención imaginativa pintoresca, donde no se señala claramente la muralla
real de la reinterpretada.
Un paseo
sobre pasarela para disfrutar de un jardín proyectado con mucho gusto, pero en mi opinión demasiado complejo para
abrirlo al público y convertir el espacio en un pasaje de uso habitual.
Mi percepción de los espacios está muy condicionada a mi educación y profesión de arquitecto. Tengo la costumbre de analizar el proyecto e imaginar el paso del tiempo en el mismo. Imagino cómo hubiera realizado yo mismo el proyecto en este espacio. De ahí mi comentario.
La
intervención de la “muralla ajardinada” es un proyecto acabado. Un proyecto que
no facilita una evolución natural. La naturaleza como adorno. Un jardín con
mantenimiento contínuo. La pasarela es excesiva en su recorrido y en su
concepto. Me imagino la misma pasarela con el doble de ancho y paralela al muro
sobre un suelo con vegetación autóctona y con árboles de poco porte, podían
dotar de mayor y más efectiva biodiversidad al espacio. La percepción de la
muralla sería la misma, la distancia a las viviendas más respetuosa, y la obra
más sencilla y de menor mantenimiento. Ahora bien, el aspecto sería mas
sencillo y el sello del autor pasaría inadvertido.
La intervención
de la “muralla reconstruida” es un proyecto más poético. Ander De la Fuente Arana , hace un
ejercicio de arquitectura muy imaginativo y plástico, donde la idea de
reconstruir se convierte en mi opinión en una trampa conceptual a la hora de
abordar la
restauración. El lenguaje vanguardista lo diferencia de la
intervención de Apraiz, haciéndola más respetuosa con el muro original. Marca
una línea, tan clara que asusta. El cambio que se espera en el cromatismo de la
madera utilizada, va a mimetizar la madera con la piedra. ¿No es contradictorio,
responder a la crítica, aludiendo lo que queremos evitar con la misma
intervención? Es decir, buscamos un nuevo lenguaje, una nueva estética, para
imaginar un mismo concepto, pero ante la critica, aclaramos que el futuro color
de la madera se mimetizará con la piedra. ¿Hasta confundirla? (exagero).
Conceptualmente
asimilo la idea de recuperar el paso de ronda en pleno siglo XXI, igual de
pintoresco que la intervención de Apraiz. Un espacio urbano, que por sus
dimensiones y complejo recorrido, una vez abierto podría sufrir la acción del
paso del Homo sapiens con gran virulencia.
Me daría
miedo abrirlo al público, a no ser que siempre tengamos un guía que nos vigile.
El espacio público es aquel que se puede disfrutar a cualquier hora y cualquier
condición, si no es así es igual que un jardín privado. Precioso, pero privado.
El proyecto
con dos pasarelas superpuestas, obligan a calcular una cimentación mas
consistente (para la gravedad y la acción del viento). Ahí radica para mí la
trampa conceptual. La muralla existe y se podrá disfrutar su espacio, pero no
creo que fuera necesario intervenir sobre ella, por muy discreta y respetuosa
que haya sido el asiento de la zapata de hormigón sobre la misma. Simplemente
con realizar una pasarela de madera, con durmientes de madera sobre la piedra
original sobre la misma (con un simple durmiente de madera desmontable) incluso
el diseño de una estructura liviana aporticada que marque la escala de lo que
pudiera haber sido. Insinuar ántes que reinterpretar su masividad.
Conclusiones
Espectacular
experiencia de restauración e innovación. Convertir una obra de urgencia en un
foco de atención turística, además de motor para iniciar la regeneración del
casco antiguo, haciéndolo visible a expertos y neófitos es reconfortante para
todos los que disfrutamos con la arquitectura y el urbanismo.
SANTA MARIA VITORIA - GASTEIZKO ANDRA MARI |
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